En las elecciones generales de 2008 la formación política UPyD obtuvo un único diputado por la circunscripción de Madrid en la persona de su cabeza de lista y ex dirigente del PSE-EE, Rosa Díez, obteniendo un total de 306.078 votos y convirtiéndose en la sexta fuerza política por número de votos de España.
Ideológicamente este partido se declara como no nacionalista, transversal, laico, progresista y defensor de un modelo federalista en España y en Europa. Algunos medios de comunicación y grupos políticos situados tanto en la derecha como en la izquierda tradicional española, definen a UPyD como un partido centralista, por querer recuperar ciertas competencias para el gobierno central como sanidad o educación, y lo califican de ser nacionalista español, por proponer eliminar de la Constitución Española las referencias a las nacionalidades históricas de España y la protección, como patrimonio cultural, de las lenguas regionales, por considerar que son un factor de discriminación.
En las pasadas elecciones del 20 de noviembre del presente año, esta formación se queda a las puertas de la gloria. Unión Progreso y Democracia, no ha llegado a alcanzar el 5% de los votos pese a lograr 1.140.242 sufragios. Se quedan, por tanto con el 4,69%, a poco de conseguir grupo parlamentario propio. Así consigue cinco diputados: cuatro por Madrid y uno por Valencia, superando con creces los resultados de 2008.
El trasvase de votos del PSOE a esta formación ha sido clara, donde simpatizantes y militantes, han visto en Rosa Díez la opción más a la izquierda, por eso de que ella proviene del PSE, la esperanza de la izquierda, de la que la misma dirigente se siente orgullosa de ser la alternativa, aunque a grandes rasgos no sea del todo así.
Ideológicamente este partido se declara como no nacionalista, transversal, laico, progresista y defensor de un modelo federalista en España y en Europa. Algunos medios de comunicación y grupos políticos situados tanto en la derecha como en la izquierda tradicional española, definen a UPyD como un partido centralista, por querer recuperar ciertas competencias para el gobierno central como sanidad o educación, y lo califican de ser nacionalista español, por proponer eliminar de la Constitución Española las referencias a las nacionalidades históricas de España y la protección, como patrimonio cultural, de las lenguas regionales, por considerar que son un factor de discriminación.
En las pasadas elecciones del 20 de noviembre del presente año, esta formación se queda a las puertas de la gloria. Unión Progreso y Democracia, no ha llegado a alcanzar el 5% de los votos pese a lograr 1.140.242 sufragios. Se quedan, por tanto con el 4,69%, a poco de conseguir grupo parlamentario propio. Así consigue cinco diputados: cuatro por Madrid y uno por Valencia, superando con creces los resultados de 2008.
El trasvase de votos del PSOE a esta formación ha sido clara, donde simpatizantes y militantes, han visto en Rosa Díez la opción más a la izquierda, por eso de que ella proviene del PSE, la esperanza de la izquierda, de la que la misma dirigente se siente orgullosa de ser la alternativa, aunque a grandes rasgos no sea del todo así.
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