miércoles, 18 de enero de 2012

El nacimiento de la revolución pacífica

NDIGNAOS, HESSEL.
Existe una corriente que afirma y admite que la base de estas manifestaciones comenzadas el 15 de mayo se encuentran en muchos factores injustos de la sociedad evidentemente, pero el mayor peso recae en un libro breve y barato llamado “indignaos”. El libro fue escrito en el momento justo y en las condiciones adecuadas y lanza un mensaje claro a la masa social mundial: “indignaos ante la falta de compromiso de los gobiernos y luchad por aspectos tan importantes y que tanto sudor y sangre costaron alcanzar como la libertad, la igualdad, la justicia, la legalidad, pero sobre todo, los derechos humanos.”
Existe una multitud que esperaba un discurso que aglutinase ciertos sentimientos, y que encontraron en este autor y su casual obra “No es un trabajo literario, en absoluto. Queríamos lanzar algo corto y estimulante. Puede que hasta tenga faltas de sintaxis. La editora se sentó justo delante de mí, yo empecé a hablar, lo redactó, me lo dio, lo corregimos y lo lanzamos”. un estimulante para dejar de estar impasivos con lo que ocurría en España desde hace ya tiempo.
Así es como el héroe civil  francés de adopción y berlinés de nacimiento, Stéphane Hessel, que se autodefine como diplomático y defensor de la no violencia, relata como germinó y emergió su creación.
UN PRÓLOGO MAESTRO.
Otro referente intelectual y moral de este siglo y el pasado en España es  el escritor, humanista y economista español José Luís Sampedro. Este literario defiende una economía "más humana, más solidaria, capaz de contribuir a desarrollar la dignidad de los pueblos" y es él que sin duda alguna ha escrito el prólogo de Indignaos! una nota imposible de dejar al margen. Hace 17 años que Sampedro sostenía que en España no había democracia, aún hoy día seguimos con este debate público: ”no existe la opinión pública libre, sino que es educada y creada por los medios”.
COMIENZA LA ACAMPADA EN SOL.
Tras la manifestación del 15 de mayo de 2011, los indignados comienzan a plantearse de qué forma se podían alargar las protestas para que el bautizado ya 15M no quedase en el olvido. Fue entonces cuando en asamblea general en la Puerta del Sol de Madrid, renombrada como “Plaza Solución”, se acordó realizar una acampada indefinida para tomar aún si cabía más fuerza al movimiento civil y pacífico.
Miles de jóvenes, sin duda los grandes protagonistas del movimiento en sus inicios, acampaban en Madrid todas las noches. Comenzaron siendo cientos, hasta que llegaron a las miles de personas. Se inició así a trabajar en la plaza también de día, creando comisiones de comunicación, limpieza, seguridad, etc para una perfecta organización del “fuerte” de Democracia Real Ya y sus indignados.
Mareas humanas iban y venían de lugares de trabajo, hogares etc. durante todo el día hacia Sol y viceversa, compartiendo ideas, creando manifiestos y bases por las que luchar, algunos solo acudían por mera curiosidad y otros para colaborar proporcionandole a la comisión de alimentos, víveres para los que allí residían todos los días informando y trabajando por aquello que hizo levantar del sillón a muchos jóvenes y más tarde no tan jóvenes, ancianos y niños con sus padres del sofá y salir a la calle a reivindicar.
Uno de los aspectos más atractivos del movimiento, fue y es “todos cabemos”, ya que no ha sido rehén de ningún pensamiento único excluyente. En cierto modo, con mayor o menor convergencia, cada cual se representa a sí mismo. Quizás sea esta la utopía del siglo XXI.
EXTENSIBLE A TODA LA GEOGRAFÍA ESPAÑOLA.
Una vez consolidada la acampada de la capital española en Sol, las demás provincias de la geografía quisieron unirse desde otras distintas plazas que simbolizarían lo mismo que representaba Madrid. Debido a ello, ciudadanos de Barcelona, Santiago, Salamanca, Sevilla o Valencia comenzaron a citarse a través de las redes sociales por internet en las distintas plazas donde habían sido las asambleas para iniciar también las acampadas. Comenzaron con pequeños grupos nocturnos, que se masificaban al mediodía y por la tarde.  A medida que se consolidaba la acampada con a participación de más ciudadanos, cada vez eran más las personas que por las tardes traían sus sacos de dormir.
Fue así como Plaza Catalunya o MetroSol Parasol (más conocido para los sevillanos como “Las Setas”) se vieron siendo un calco con distinto clima y humor, aunque menos multitudinario de lo que había sido hasta entonces para el 15M la puerta del Sol de Madrid.

ENTREVISTA: Más de 30 años de gestión pública en cultura

Bernardo Bueno Beltrán, es licenciado en Física-electrónica, profesor de matemáticas y además, un hombre dedicado a la gestión pública desde las primeras elecciones democráticas para ayuntamientos donde ejerció de concejal del ayuntamiento de Haro (La Rioja). Su andadura prosiguió en el año 1983, dónde en sus inicios de la vida política sevillana, ejerció de concejal de cultura del ayuntamiento de Sevilla.
Quizás la responsabilidad social unido a su comienzo en el mundo de la cultura y su sensibilidad le han llevado hoy día a ostentar el cargo de delegado provincial en Sevilla del área de cultura de la Junta de Andalucía. Es un hombre aparentemente afable, correcto y discreto. No nos hizo esperar y justo a las 11 de la mañana nos recibió en su despacho como habíamos acordado en la calle Castelar número 22.
Una vez sentadas frente a él, se siente cómodo y seguro, está atento y no pierde la mirada ni un momento. No niega ni censura ninguna de las preguntas, apenas mira el reloj para calcular el tiempo y aún su teléfono sonó un par de veces en su despacho lleno de estanterías de libros con una gran mesa de cristal en el centro, que no interrumpió la entrevista ni un solo segundo para atenderlo

¿Quién lleva la programación del  teatro Central, quién programa las actividades y en qué se basa para ello y en qué parámetros se mueve al realizarlo?
La programación del teatro central la lleva la concejalía de cultura. El director del teatro presenta el  proyecto para la temporada con lo que él cree conveniente y se lleva a cabo una reunión con los responsables políticos, se valora entre todos,  y el director como responsable del teatro y como persona más directamente relacionada con el,  decide las obras ajustando con el presupuesto. Normalmente el teatro siempre está lleno, acude un público que es diferente al del Lope de Vega o del Maestranza porque va buscando algo diferente, específico y de calidad.

¿El teatro central ha sufrido algún recorte de presupuesto en esta temporada?
Sí, ha sufrido recortes porque el presupuesto de cultura ha bajado y ha habido que ajustarse, eso se nota. Se trata de paliar lo más posible para que el espectador no renuncie a casi nada.

Con respecto a la declaración del flamenco como patrimonio inmaterial de la humanidad ¿tenéis pensado alguna programación especial o hacer más hincapié en este tema a la hora de actividades dentro del teatro central?
El teatro tiene programada una parte de flamenco y en principio para este año no se va a escenificar nada más. Existe la posibilidad de que haya alguna representación extra, pero en principio la programación se ha quedado como está. No obstante “El flamenco viene del sur”, programación muy aceptada de flamenco, sostenida en un ciclo determinado.
¿Por qué en época de crisis se tiende principalmente a recortar en actividades culturales más que en otros aspectos?
Se recorta en todos los ámbitos, todas las concejalías se han visto afectadas, menos en sanidad, educación y servicios sociales que son servicios prioritarios. Lo que ocurre es que donde más se nota es en cultura y quizás en determinados momentos es porque no hemos sabido darle aún el valor y la proyección que tiene para las personas.
¿Existe en Sevilla variedad cultural dirigida a distintos públicos y se da en el teatro central?
Yo creo que sí, existe una demanda que es cubierta, la gente se cansa de siempre lo mismo, por ello es bueno ofertar una programación variada para que la gente pueda escoger.

La consejería de Cultura, a quién representa en Sevilla el señor Bueno, tiene como objetivo el acceso a la cultura de todos los ciudadanos,  existiendo diversos programas puestos en marcha orientados al sector más joven de la población. Además se realizan actividades de fomento a la lectura, programación de teatro infantil y juvenil y actividades culturales en general organizadas por las diversas instituciones culturales de la consejería.
¿Qué se hace desde la administración para acercar la cultura a los jóvenes?
Principalmente estamos conectados con el IAJ, pero lo que realmente nos compete a nosotros, es lo que se lleva a cabo en el teatro Central en Sevilla, Alhambra en Granada y Cánovas en Málaga. Tenemos un convenio también con empresas privadas para acercar aún más los eventos culturales a la gente joven.
¿Podría comentar la actividad más relevante desde su punto de vista de la delegación en este último año?
La responsabilidad conjunta con las direcciones generales de la consejería de cultura con el teatro Maestranza por la afluencia de público, pero también algunos espectáculos del teatro Central.

El encuentro estuvo repleto de preguntas con extensas respuestas, no bastaba mucho tiempo para poder darse cuenta que el delegado de cultura es un hombre con una gran preparación, sensato y que conoce bien cada una de las cosas que gestiona.
¿Qué ha sido lo más gratificante de la profesión?
La orquesta sinfónica de Sevilla. Se empezó cuando yo era concejal del ayuntamiento de Sevilla y es una de mis mayores satisfacciones, ya que se trata de una de las mejores orquestas de España. Hoy existe una gran calidad en músicos de toda la geografía española, existen orquestas jóvenes como es el caso de Sanlúcar la Mayor, con profesores jóvenes y  además, muchos pequeños también que empiezan a destacar en la andadura de la música. Se ha avanzado muchísimo en el aspecto del esfuerzo y el trabajo con la gente joven y los conservatorios.

Tres propuestas para la mejora cultural en Sevilla.
Apoyar más a los creadores, profesionalizar más el mundo de la cultura y más medios.

La evolución del teatro hasta la época de los recortes

Desde el año 1977 con las primeras elecciones democráticas, la situación del teatro en España ha venido experimentado una transformación notable. Con anterioridad al año 1975 y coincidiendo con la dictadura, el teatro intelectual comprometido, tuvo una importante función reivindicativa de las libertades sociales y políticas, esta función de oposición se fue debilitando de forma natural durante los años de la transición, desapareciendo en este aspecto por completo al llegar hasta a hoy día.
En los años ochenta y parte de los noventa existió una marginación de los autores españoles vivos de las salas públicas, llegando a convertirse en un problema que ha llevado a muchos de estos autores a trabajar en la gestión de salas alternativas con el fin de mantenerse dentro del sistema de producción teatral.  Coincidiendo con esta dificultad también les sirvió para obtener un impulso y llegar a convertirse en empresarios y directores de sus propias producciones, abordando temas en sus obras como los nuevos modelos femeninos, fruto de las transformaciones sociales experimentadas en nuestro país durante las últimas décadas. Una de las tendencias del teatro español contemporáneo gira en torno a la crítica de la política y de la relación del artista con el poder, coincidiendo en parte con el objetivo inicial del teatro en los años del franquismo.
Actualmente las preferencias de programación de los teatros públicos están regidas por claros intereses, donde se mezclan los resultados de taquilla con limitaciones de presupuesto y cuestiones políticas, no obstante son los menos, y a diferencia de esta minoría, nos encontramos ante una época óptima para las artes escénicas, para el teatro, atendiendo a una demanda de cultura más que evidente por parte del público.
Además el espectador exige calidad en las obras y en su representatividad, además de una amplia programación en los distintos teatros tanto públicos como privado, a lo que responden generosamente bien a las representaciones que se dan en los teatros de la ciudad de Sevilla.
Con normalidad los teatros suelen presentarse con afluencia de público, no se da el lleno absoluto, pero si existe una gran masa de ciudadanos  que acude al teatro con deseo de pasar un buen rato disfrutando de una obra de cualquier índole. En el caso del teatro Central, gestionado por la Junta de Andalucía, el público es diferente al del resto de teatros de la capital hispalense, por ejemplo del que acude al Lope de Vega, porque busca algo diferente y específico; y allí lo encuentra. Además sabe que lo que en el Teatro Central se representa tiene una excelente calidad, al igual que los grandes espacios teatrales de grandes ciudades nacionales e internacionales y esto tiene gran aceptación por parte de los ciudadanos y sevillanos.
A pesar de la gran crisis económica en la que se ha visto inmerso el país desde el año 2008, la afluencia de público a los teatros no ha decaído, sino más bien al contrario. En épocas de recesión, la ciudadanía necesita aún más de obras de teatro, de espacios culturales donde compartir momentos con amigos y conocidos o simplemente por el enriquecimiento personal.
El teatro público (al igual que el privado, aunque este en menor medida) también se ha visto afectado por la situación, ya que ha sufrido recortes de presupuesto, similares a las que se han producido en otras áreas de instituciones públicas, pero es en este ámbito donde más se aprecia el ajuste debido a que determinados momentos no se ha sabido dar el valor y la proyección que tienen las artes escénicas, y en este caso el teatro, para las personas. No se ha apreciado anteriormente ni tampoco ahora adecuadamente, la actividad creadora y cultural, la responsabilidad social que se traslada al público y el beneficio que produce en la sociedad en su conjunto. De ahí, quizás que los presupuestos de cultura sean tan escasos, a pesar de que hoy día el avance con respecto a otras épocas anteriormente mencionadas. Sin embargo, desde las instituciones se ha tratado de paliar lo más posible este hecho para que el espectador no tenga que renunciar a nada.
Con la implicación de todos los colectivos que rodean la actividad teatral en Sevilla, apoyado desde las instituciones pertinentes, sumado a todos los estudiantes y amantes de este el gran arte escénico que tanto enriquece al ser humano desde las “orchestras” la antigua Grecia allá entre los años 350 a.c y 220 a.c, dará lugar el gran impulso necesario para que a medida que transcurra el tiempo, se le otorgue el valor justo y necesario a esta expresión cultural.